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CALLES Y SUEÑOS

  • concursoaha
  • 30 may 2017
  • 2 Min. de lectura

Dicen que a dos días de mi cumpleaños, 53 años antes de que mis pulmones pidieran paso, una bala quebró la métrica al silencio para viajar piel a dentro de un maestro del verso. El sagrado corazón, sangró poemas a lo eterno.


El cuerpo de un poema no siempre puede resistirse a la danza de alambre y muerte. Pues el vil metal recorrió el alma del verso como distancia-tiempo Cuba – Nueva York en sueños. Algunos dicen que fue la boda con la muerte de menos sangre y más calles hacia el periplo de la eternidad no errante.


Geometría y angustia inevitables cuando zarpas en viaje hermanado con el propio Titanic. Lleva al reVerso la piel malherida pero también el sueño de nuevas calles compartidas, la eternidad de aromas y la soledad de poemas que traen La Aurora a la vuelta del paseo. Lleva en la maleta tareas nuevas, al sur de una noche asesinada por el cielo, que no siente el deber cumplido de luchar por nuestros muertos.


Una nueva Barraca quita plumas al aire y reEscribe el siglo de Oro con ojo avizor de ángeles. También añade, con pupilas bañadas en tierra y hambre, algunos pasajes hacia el poema de la memoria histórica, para llenar de conteNido mentes que hablan sin estar presentes. Raíces de un adiós perenne que interpreta su malograda suerte.


De pronto, el verso, apurado desafía a la luz y pace nubes en un cielo vivo ya abierto. Un pequeño poema infinito logra no equivocar el camino hacia su propia suerte. Comienza a hablar ante público, por momentos, atento:


“Yo no vengo hoy para entretener a ustedes. Ni quiero, ni me importa, ni me da la gana. Más bien he venido a luchar. A luchar cuerpo a cuerpo con una masa tranquila porque lo que voy a hacer no es una conferencia es una lectura de poesías, carne mía, alegría mía y sentimiento mío, yo no necesito defenderme de este enorme dragón que tengo delante.”


Tras quedarse un momento en silencio, piensa: “Siempre que hablo ante mucha gente, me parece que me he equivocado de puerta.”


Y mientras sonríe al reVerso, piensa ya cuál será su próximo destino cierto, impresiones y paisajes entre calles, versos y sueños de una ciudad sin sueño que le quiera escuchar.



Autora: Alba González


 
 
 

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